Conoce cómo es el proceso de facturación electrónica
A veces, cuando decimos “electrónico” o “digital”, resulta tan intangible que no confiamos en que funcione. ¿Dónde quedan los documentos que envío? ¿Habrán llegado a su destino?
A veces, cuando decimos “electrónico” o “digital”, resulta tan intangible que no confiamos en que funcione. ¿Dónde quedan los documentos que envío? ¿Habrán llegado a su destino?
La falta de liquidez es el mayor enemigo de las empresas. No es un secreto que los negocios necesiten de circulante suficiente para poder hacer frente a los pagos a corto plazo, pero a veces ponerle solución sí que se convierte en una incógnita.
Que la mayoría de las empresas españolas sufre impagos es una realidad, pero también es verdad que cada vez más compañías están adoptando medidas y sistemas tecnológicos que automatizan este proceso y consiguen reducir el PMC poco a poco.
Se suele decir que el tiempo es relativo. Algo totalmente aplicable al proceso de facturación en tu empresa. En el papel pone que debes cobrar 30 días, pero ya han pasado 90 - con suerte - desde que emitiste la factura hasta que la has cobrado.
En Eslovenia, la obligatoriedad de uso de la factura electrónica entró en vigor el 1 de enero de 2015. Desde entonces, es indispensable que tanto las autoridades públicas como sus proveedores envíen y reciban facturas en formato electrónico.
Problemáticas compartidas, preocupaciones comunes, procesos anticuados; pero también, soluciones a todas esas cuestiones. De todo esto - y mucho más – se debatió durante la celebración del Finance Meeting 2019.
Está viejo, pero funciona. No es eficiente, pero lo necesitamos. Hace ruido y consume demasiado, quizá deberías llevarlo a revisión. Igual que lo harías con tu coche, hazlo con tus procesos de cuentas a cobrar.
Es un hecho que, como empresa, necesitas liquidez para hacer funcionar tu negocio mes a mes, y por ello los impagos pueden salirte muy caros. Concretamente, y solo en el primer trimestre de 2019, el coste de morosidad para las empresas españolas sumaba más de 1.800 mil millones de euros.
La historia de la factura electrónica B2G en Chipre se remonta al año 2012, cuando el Consejo de ministros aprobó el plan Digital Strategy for Cyprus, que se centra en la promoción del uso de las TIC en las entidades públicas para lograr una economía inteligente, sostenible e inclusiva.
A pesar de que la factura electrónica no es obligatoria en Moldavia, desde hace varios años, el gobierno está impulsando su uso tanto en el sector público como en la empresa privada. En 2010, las autoridades moldavas lanzaron el proyecto e-Government, destinado a implementar las nuevas tecnologías en el ámbito de la gobernanza.