La factura electrónica es un documento bisagra que tiene triple protagonismo dentro de la actividad de la empresa: de negocio, financiero y tributario.
En el negocio, es el documento que justifica la entrega de un bien o un servicio y ofrece una visión pública sobre la relación entre dos empresas. En ese caso, su valor es el de actuar como justificante comercial de una actividad o de una variación de esa relación (rectificación). En muchos casos el documento se convierte en justificante del intercambio de una mercancía (albarán o guía de remisión). Esta característica tiene un interés global en la compañía dado que la mayoría de los departamentos "compran" y/o “venden”, al que se suman su protagonismo en otras actividades como la logística.