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La evolución legislativa en relación con la facturación electrónica no ha cesado a lo largo de 2021. Cada vez son más los países que se ven en la necesidad de legislar sobre la facturación electrónica e imponer obligaciones teniendo en cuenta los beneficios que supone implantar la obligación de la misma así las empresas pasan de un enfoque reactivo a un enfoque proactivo.
El impulso de la e-factura se ha convertido, desde hace años, en un elemento esencial para la transformación digital de las empresas y entidades públicas europeas. En este sentido, la masificación del uso de la e-factura en las relaciones B2G (de empresa a gobierno), la introducción de la obligatoriedad de la factura electrónica B2B (entre empresas) en algunos países, el fin de la aplicación de la Directiva 2014/55/CE dentro del marco de la Unión Europea y el impulso de la digitalización de otros gobiernos fuera de la Unión Europea han hecho que 2020 haya sido un año bastante significativo para la facturación electrónica de Europa.
A partir del 27 de noviembre de 2020, los proveedores de las Administraciones Federales alemanas estarán obligados a enviar facturas en formato electrónico. De esta manera, los servicios públicos dependientes de los gobiernos federales se adhieren a lo establecido por la Directiva 2014/55/UE, sobre la facturación electrónica en la Unión.
Cada vez son más las empresas que deciden digitalizar sus procesos internos para conseguir un aumento de la eficiencia y una reducción de costes. Además de la factura electrónica, la creación de un formato electrónico de pedidos que sea fácil de utilizar por todas las partes del negocio a escala global, es uno de los grandes desafíos de la transformación digital.
En abril de 2018, el Consejo de Planificación IT Nacional alemán, IT-Planungsrat, decidió establecer la obligatoriedad de uso de la red eDelivery PEPPOL para el envío de las facturas electrónicas a las administraciones públicas en Alemania. El calendario de aplicación se decidirá en octubre, pero la decisión de abril ya establece el primer paso para la facturación electrónica del sector público en Alemania.
