En Oceanía, el único país que tiene obligatoriedad en relación a la factura electrónica es Fiyi. No obstante, parece que la exclusividad no durará mucho tiempo, puesto que Australia y Nueva Zelanda parecen estar decididos a dar los primeros pasos en la implementación de la e-factura, tras la firma del tratado “Trans-Tasman e-Invoicing Interoperability Framework”, que se espera que vea a luz a finales de 2019.
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África, a la cola en la implementación de la e-factura
A diferencia de lo que ocurre en otros continentes, como Europa o América, el uso de la factura electrónica en África es prácticamente inexistente. A pesar de que en la mayor parte de países africanos la factura electrónica está permitida, e incluso se encuentra legislada, los gobiernos no apuestan por la implementación de la misma. Las únicas excepciones las encontramos en Túnez y Angola, donde los grandes contribuyentes están obligados a emitir e-factura.
¿Cuál la situación de la e-factura en Rumanía?
La factura electrónica ha tenido una buena acogida en la mayor parte de los Estados miembros de la Unión Europea, sin embargo, Rumanía parece ser una excepción. Desde un primer momento, el país balcánico ha sido un tanto escéptico en relación a la implementación de la e-factura en las contrataciones públicas y, a día de hoy, todavía no existe una ley que haya transpuesto la Directiva 2014/55/UE.
Conoce la situación de la factura electrónica en América
La implementación y el éxito de factura electrónica en América es el fruto del esfuerzo de las Administraciones Públicas y Tributarias de los diferentes países del continente, que vieron en la e-factura un elemento clave para el avance y la transformación digital. En la década de los 90, las ideas propuestas en el Consenso de Washington y la influencia del “reinventing government” para la gestión pública, sentaron las bases para el impulso de la factura electrónica.
El éxito de la factura electrónica en Noruega
Los países escandinavos son, sin duda, uno de los lugares del mundo en los que la e-factura ha gozado de una acogida excepcional. Noruega, junto con Dinamarca, Suecia y Finlandia, es uno de los países europeos que más fuerte ha apostado por la implantación de la facturación electrónica en el ámbito B2G.