En los últimos años, el uso de la factura electrónica en Asia ha experimentado un crecimiento vertiginoso. Esto ha llevado a que la región se encuentre en camino de alcanzar una de las tasas de crecimiento anual más altas en lo que respecta a la facturación electrónica.
La mayoría de los países asiáticos se han sumergido completamente en el proceso de digitalización fiscal, que se está acelerando, ya que se percibe como una medida eficaz para el control del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
En los últimos años, numerosos países han comenzado a regular la emisión de facturas electrónicas mediante sus propias plataformas o a través de PEPPOL. Además, se han adoptado estándares nacionales para transacciones B2B y transacciones B2G.
Por otro lado, en algunos países de Asia, los modelos sobre los controles de transacciones continuas (CTC) también están ganando presencia.
China
Los e-fapiao (la equivalencia a la factura electrónica) se introdujeron por primera vez en China en 2015. Con el objetivo de eliminar por completo las facturas en papel, China implementó el programa piloto "e-Fapiao" en diciembre de 2021.
Inicialmente, este programa se limitó a ciertas regiones y empresas, pero con el paso de los meses, se ha ido ampliando de manera gradual. Las últimas incorporaciones han sido las siguientes ciudades y provincias: Shanghái, Chongqing, Qingdao, Dalian, Tianjin, Shaanxi, Henan, Jilin, Shenzen, Ningbo, Fujian y Yunnan.
Singapur
El Gobierno de Singapur tiene planes de implementar la facturación electrónica B2G a través de su plataforma InvoiceNow, aunque no se ha establecido un plazo definido. Se espera que todas las transacciones B2G se procesen a través de esta plataforma.
InvoiceNow es un servicio voluntario proporcionado por el gobierno para facilitar el intercambio de facturas estructuradas y opera en la red estándar abierta PEPPOL. Estas facturas se transmiten directamente entre sistemas de gestión a través de PEPPOL, lo que agiliza el proceso de transmisión y los tiempos de pago, beneficiando tanto a las PYMES como a las grandes empresas.
Japón
En septiembre de 2021, el gobierno japonés creó una Agencia Digital para abordar la digitalización. Entre sus planes futuros, Japón tiene previsto implementar un sistema de facturación electrónica cualificada en octubre de 2023.
El nuevo sistema de facturación cualificada permitirá el intercambio de facturas a través de la red PEPPOL. Aunque no son obligatorias según la legislación fiscal japonesa, la Asociación para la Promoción de la Factura Electrónica (EIPA) ha instado al Gobierno a crear un sistema fácil de usar para las empresas y promover la adopción de las facturas electrónicas.
India
En la India, la facturación electrónica es obligatoria en transacciones entre empresas (B2B). El gobierno implementó este proceso de manera gradual, comenzando el 1 de octubre de 2020 y finalizando el 1 de abril de 2021. En virtud de esta regulación, los contribuyentes deben remitir la información de sus facturas al Portal de Referencia de Facturas (IRP).
A partir del 1 de agosto de 2023, la exigencia de la facturación electrónica se ampliará para incluir a los contribuyentes con ingresos anuales superiores a 5 millones de rupias.
Malasia
Malasia introdujo la facturación electrónica en 2015, requerida con el consentimiento de ambas partes y con un período de retención de siete años. A partir de 2024, se volverá obligatoria, abarcando transacciones B2B, B2C y B2G en un período de tiempo escalonado.
El modelo será el Control Continuo de Transacciones (CTC), donde las facturas se verificarán primero ante las autoridades fiscales a través de una API gubernamental antes de ser enviadas a los clientes. PEPPOL será una opción y se requerirá un código QR en las facturas enviadas a los clientes.
Corea del Sur
En 2011, Corea del Sur introdujo la facturación electrónica en tiempo real en los sectores B2G y B2B. Desde 2014, los contribuyentes con ventas anuales superiores a 300 millones de KRW (unos 210.000 €) deben emitir facturas de IVA electrónicamente. En julio de 2022, el umbral se redujo a 200 millones de KRW (140.000 €).
Desde julio de 2023, se espera que el régimen de facturación electrónica, e-TAX se aplique a un grupo más amplio de empresas, con un umbral de informes anuales de 100 millones de KRW (unos 70.000 €).
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