Como principal novedad este 2024, el archivo electrónico para la información comercial ha pasado a ser obligatorio. Junto con la modificación de la Ley de Conservación de Registros Electrónicos (ERRL), los contribuyentes estarán obligados a almacenar, de manera electrónica sus documentos de comercio electrónico, incluidas las facturas.
Además, Japón se ha convertido en el último país en imponer las obligaciones a las plataformas digitales para que cobren y remitan el Impuesto sobre el Consumo (JCT) por las transacciones realizadas por proveedores no residentes en sus mercados.
La conservación de registros en papel que respaldasen todas las solicitudes del IVA era, prácticamente, una exigencia por parte de la autoridad responsable en Japón hasta la pandemia del COVID-19.
A partir de entonces, fueron conscientes de la escasa digitalización de las administraciones del país y, por eso, en julio de 2020 se creó la Asociación para la Promoción de la Factura Electrónica (EIPA) con el objetivo de introducir un estándar nacional de facturación electrónica basado en PEPPOL.
En septiembre de 2021, el gobierno creó una agencia digital para tratar la digitalización. Las propuestas fueron las siguientes:
Como planes de futuro, Japón se marcó el objetivo de poner en marcha antes de que terminase el año 2023, el sistema de facturación electrónica cualificada (Qualified Invoice base method). Este régimen tiene un enfoque muy similar a un sistema de facturación del IVA y permitirá a los contribuyentes reclamar el crédito soportado en el impuesto sobre el consumo japonés (JCT).
Finalmente, desde el 1 de octubre de 2023 se ha introducido el nuevo sistema de facturas cualificadas con el que se podrán intercambiar facturas electrónicas a través de la red PEPPOL con la especificación JP PINT, que es el formato que permitirá a los contribuyentes japoneses intercambiar facturas a través de PEPPOL.
La autoridad Peppol de Japón ha actualizado su sistema de facturación electrónica para alinearse con las especificaciones PINT v1.1.1, afectando a todos los usuarios de la red Peppol.
La actualización impacta en varios tipos de facturas:
Esto implica que las compañías deberán adaptar sus sistemas y procesos para cumplir con los nuevos requisitos. La autoridad japonesa recomienda revisar e implementar los cambios necesarios sin demora, reforzando su compromiso de mantener la interoperabilidad y cumplir con los estándares internacionales de facturación electrónica, facilitando transacciones B2B más ágiles y seguras.
Las empresas pueden aplicar marcas de tiempo en los documentos que se envían y reciben, disponer de un sistema adecuado o crear un proceso interno para que los documentos no puedan editarse ni borrarse. Por otro lado, también se puede utilizar un sistema que ayude a rastrear los registros de edición y borrado.
Además, los documentos que se guarden de manera electrónica deben ser legibles y los sistemas de archivos deben permitir filtrar la transacción por datos como la fecha, el importe o las contrapartes.
Los operadores empresariales registrados en el JCT tienen la opción de emitir facturas electrónicas en lugar de facturas en papel, siempre que las facturas tengan los siguientes datos:
El régimen Deemed Reseller consiste en transferir la responsabilidad de determinar y cobrar el Impuesto al Consumo Japonés en las ventas realizadas por los comerciantes de los mercados hacia los consumidores locales.
En este sentido, también se incluiría el registro fiscal en el caso de que en las operaciones estuviesen las plataformas no residentes.