En el panorama actual del mercado, muy volátil y rodeado de incertidumbres que afectan directamente a la cadena de suministro, la gestión de riesgos en las compras se ha convertido en una prioridad estratégica para los departamentos de compras.
Los profesionales de compras deben tener la capacidad de diseñar sistemas de aprovisionamiento y cadenas de suministro ágiles para responder a los cambios del mercado con 2 objetivos muy claros: generar ahorros y mitigar riesgos.
Las organizaciones que logran transformar la incertidumbre en previsión a través del uso de tecnología, análisis de datos y metodologías avanzadas obtienen una ventaja competitiva significativa.
El riesgo, en el sentido más simple de la palabra, lo podemos definir como la probabilidad o combinación de probabilidades de que una amenaza se acabe convirtiendo en un desastre real.
La gestión de riesgos consiste en identificar, analizar y controlar aquellos que pueden afectar a una organización o proyecto. Para ello, es útil contar con herramientas como matriz de riesgos para su visualización y priorización o sistemas de gestión de riesgos para detectarlos, identificar
Cuando hablamos de gestión de riesgos, podemos referirnos a diferentes tipos de amenazas causadas por el medio ambiente, la tecnología, las organizaciones o la política.
En el mundo de compras, el riesgo está asociado a una variable omnipresente en todas las empresas y, por eso, los departamentos de compras deben emerger como figuras indispensables en su gestión.
Por lo tanto, la gestión de riesgos de la cadena de suministro consiste en la identificación y evaluación de amenazas, desarrollar estrategias para mitigarlas y mejorar la eficiencia operativa.
Durante sus procesos de compras y abastecimiento, las empresas se enfrentan a diferentes riesgos:
Para los equipos de compras, procurement y calidad, estos retos se traducen en dificultades concretas:
Plantearse una buena y óptima estrategia para gestionar los riesgos en compras llegados a este punto se antoja fundamental, porque realmente no deja de ser una inversión estratégica para aprovechar, al máximo, todas las buenas oportunidades que te ofrece el mercado.
Por ello, es momento de identificar los riesgos potenciales y los KPIs para conseguir un entorno de compras eficiente y resiliente, que marque la diferencia entre rentabilidad y pérdida.
Una estrategia de gestión de riesgos lo asociamos al plan que te ayudará a identificar, analizar y reducir el impacto de los riesgos con el objetivo de minimizar pérdidas. Se distinguen 4 etapas claras para conseguir una gestión de riesgos eficiente: identificación, análisis y clasificación, mitigación y seguimiento.
Las 2 primeras fases están estrechamente relacionadas con el análisis y la identificación de los riesgos vinculados al negocio y los diferentes escenarios que clarifican la exposición al riesgo.
Por otro lado, las 2 últimas son las líneas de actuación que tiene que seguir la empresa para una óptima mitigación de riesgos, ya que plantea soluciones precisas para dar una respuesta adecuada y establece un plan de control y soporte continuo.
En un entorno tan amplio como es el de compras, dar con la tecla es fundamental para el correcto funcionamiento del proceso A al proceso Z. En función de la situación de cada empresa y de su análisis del riesgo, hay acciones que pueden funcionar mejor que otras.
No obstante, hay 3 claves en las que debes poner el foco para mitigar los riesgos de una manera eficiente:
Estas claves, sumada a una buena estrategia basada en datos, se traduce en beneficios tangibles para los profesionales relacionados con category management, procurement y departamentos de calidad:
En el mundo empresarial actual, que la gestión de riesgos en compras recaiga en manos de procesos tradicionales es, quizá, el mayor riesgo, propiamente dicho, que una empresa puede asumir y el primero que tiene que solucionar.
Gracias a la integración de tecnología, datos y modelos predictivos, las organizaciones se adelantarán a los desafíos y a una toma de decisiones fundamentadas. Ahora es el momento de evolucionar y transformar la gestión de compras en una ventaja estratégica.