La mejora competitiva de los gobiernos de América Latina radica en trasladar sus trámites a la era digital de Industria 4.0 ejemplo de ello es la extensión del uso de la factura electrónica.
La factura electrónica es el instrumento que le permite a las diferentes autoridades tributarias contar con información de las transacciones realizadas por los contribuyentes. Se trata de una herramienta que reduce el uso de papel, aumenta la efectividad y se pueden corregir errores más rápidamente, pero en Latinoamérica se instala sobre todo para reducir el riesgo de evasión fiscal y aumentar la transparencia de las administraciones fiscales.
La factura electrónica se ha ido imponiendo en América Latina a lo largo de los últimos años, adquiriendo una relevancia significativa a lo largo de 2021.
Así ha sido su evolución
Los pioneros en su uso son Chile, México y Brasil, donde se ha masificado y avanza en procesos de cumplimiento fiscal, como la contabilidad electrónica para empresas con facturación de hasta 5 millones de pesos. El objetivo es facilitar estas tareas a los contribuyentes reduciendo costes.
La factura electrónica, se implanta por primera vez en Chile, en 2003, para un grupo reducido de contribuyentes, convirtiéndose en obligatoria en 2018, y consiguiendo en 2020 la emisión de 566 millones de Documentos Tributarios Electrónicos.
México: la factura electrónica ya es obligatoria en todas las transacciones y el Servicio de Administración Tributaria anunció que desde el 1 de enero de 2022 está en vigencia la versión 4.0 del sistema de comprobante fiscal digital por internet (CFDI).
Costa Rica, Ecuador y Uruguay: han empezado a implementar la factura de manera obligatoria para el 100% de empresas.
Perú: con la intención de culminar la masificación de la factura electrónica en el país, la SUNAT ha pospuesto la entrada en vigor de la obligatoriedad a través de la Resolución Nº 279-2019. Así de este modo la implementación total de la factura electrónica en Perú se prevé para junio de 2022.
Colombia: en 2021 se pone en marcha la adopción de la nómina electrónica y la plataforma RADIAN para el registro de facturas electrónicas de venta con título de valor.
Bolivia, El Salvador, Honduras y República Dominicana: se han sumado a esta tendencia de implantar de forma masiva la factura electrónica con la intención de fortalecer el cumplimiento tributario. La implantación en dichos países está siendo de forma gradual pero se prevé que para este 2022 sea obligatoria.
Panamá: en 2022 la factura electrónica será obligatoria en Panamá a partir de julio de 2022. Cabe destacar que el plan piloto resultó todo un éxito.
Venezuela, Barbados, Bahamas, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, San Vicente y Las Granadinas, Puerto Rico y Santa Lucía: queda mucho para que la factura electrónica sea de carácter obligatorio aunque exista la posibilidad de utilizarla de manera voluntaria.
Con todo esto, podemos concluir que la facturación electrónica se ha convertido, sin duda alguna, en un elemento esencial en el proceso de transformación digital de los países de Latinoamérica por los beneficios que supone y por la efectividad comprobada.
