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Es la guía perfecta para conocer a qué se enfrenta su empresa si quiere utilizar la factura electrónica de forma global.
La factura electrónica en República Checa se estableció con las instituciones checas de forma obligatoria el 1 de octubre de 2016, año en el que también se unieron a esta obligatoriedad países europeos como Suiza y Croacia.
Todos estos cambios se encuentran recogidos en la Ley no. 134/2016 Coll, donde se recogen las indicaciones dadas por la Directiva 2014/55/UE que obliga a todos los países comunitarios a establecer la facturación electrónica obligatoria en la contratación pública o relación B2G.
En cuanto a las especificaciones técnicas, la Directiva europea establece el uso de un formato común: el UBL 2.0. En el caso de la República Checa, se instauró el UBL ISDOC.
En el momento de la regulación, el gobierno checo seleccionó como formato el UBL ISDOC, que debe ser adaptado al formato único europeo para permitir el intercambio de facturas electrónicas con el resto de países de la Unión Europea.
Actualmente, la implantación de la factura electrónica en República Checa transcurre según lo previsto. El 8 de enero de 2018, la Oficina Checa de Normas, Metrología y Pruebas (ÚNMZ) dirigió la traducción de la normativa europea al checo y se integró en el sistema de normas técnicas nacionales, ČSN.
En 2019 se espera que República Checa culmine su adaptación al formato común europeo y a la normativa establecida para facilitar el intercambio de las facturas con el resto de países de la Unión Europea.
Es la guía perfecta para conocer a qué se enfrenta su empresa si quiere utilizar la factura electrónica de forma global.