El avance decisivo de la factura electrónica en Colombia
Como si del Yin y el Yang se tratara, la factura electrónica y la factura en papel llevan conviviendo en Colombia desde hace más de dos décadas. Aunque, en 1989, con el Decreto 624 ya se nombró la e-factura en Colombia, no fue hasta 1995 cuando, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) con la Ley 223, la equiparó como documento de venta a la factura tradicional en papel y, un año después, con el Decreto 1165 de 1996 nace el concepto de la factura por computador.
A pesar de que la gran conquista de la e-factura en Colombia comenzara tan pronto, hasta 2007, con el Decreto 1929 y la Resolución 14465, no la definieron normativa y técnicamente, reglamentando cómo debía ser expedida, entregada, aceptada y conservada a través del sistema. De este modo, a raíz de estas publicaciones, la facturación electrónica en Colombia se convirtió en una opción voluntaria para las empresas del país.
La factura por computadora tenía sus limitaciones, puesto que para facturar electrónicamente no sólo se debía obtener la autorización de la DIAN, sino que también había que llegar a acuerdos formales con todos los clientes a los que se quería facturar y, además, no había un estándar definido. Todo ello, junto con la no obligatoriedad para las empresas supuso un gran freno en esta peculiar conquista.
El inicio del gran avance en la implementación vino en 2014, cuando el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concedió al proyecto “Impulso y Masificación de la Factura Electrónica en Colombia”, un total de $12.000.000 con el objetivo de fortalecer la competitividad e integración regional del país y las capacidades de la administración tributaria y aduanera.
A partir de este momento, el Gobierno comenzó a trabajar en un proyecto que impulsara la obligatoriedad de la e-factura, a la vez que corrigiera los errores del modelo anterior. De este modo, el 24 de noviembre de 2015, la DIAN publicó el Decreto 2242, por el que se establecían las condiciones de expedición e interoperabilidad del nuevo modelo de facturación electrónica.
El avance en la conquista a lo largo del 2016 fue muy destacable. El 24 de febrero de ese año la entidad tributaria publicó la Resolución 000019, por la que se reglamentaban las especificaciones técnicas del nuevo modelo y, unos meses más tarde, el 18 de abril de 2016 se inició el Plan Piloto de la Factura Electrónica en Colombia.
El desarrollo del Plan Piloto, que contó con la participación de 59 empresas voluntarias de diversos sectores de la economía colombiana y duró 6 meses, supuso un gran progreso en la implementación de tecnologías de la información en el país, y toda una oportunidad para diagnosticar, visualizar, definir y elaborar un plan de ajustes, mejoras y nuevos desarrollos necesarios en los servicios informáticos implementados por la Administración colombiana. De hecho, este piloto permitió analizar, concluir y preparar a la entidad frente a los retos que impone la masificación de la facturación electrónica en Colombia, desde el punto de vista logístico, operativo, administrativo, normativo, de control, gestión e IT.
Pero… un pequeño detalle se interponía en la obligatoriedad de su uso y era la necesidad de regular la factura electrónica como título valor. Así, el 22 de agosto de 2016 el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo colombiano publicó el Decreto 1349 estableciendo, no sólo un mecanismo para que las empresas pudieran registrar y hacer circular sus facturas electrónicas como título valor, sino que también, la posibilidad de que la DIAN pudiera seleccionar a los primeros grupos de obligados.
Aun así, al comenzar el 2017 el desarrollo del nuevo modelo de facturación electrónica seguía en marcha. De hecho, si al finalizar el Plan Piloto en octubre de 2016 había 19 empresas habilitadas, en marzo de 2017 eran 40 y, de ellas, 7 empresas habilitadas ya habían emitido las primeras facturas electrónicas del país. Todo un paso en la transformación y fortalecimiento del intercambio electrónico de documentos en el país, así como en la optimización del control fiscal.
Los progresos siguen y en abril de 2017 el número de empresas que están emitiendo facturas electrónicas en Colombia asciende a 13 y existen unas 1000 empresas que se han registrado para pasar las pruebas de habilitación e incorporarse en la facturación electrónicamente en los próximos tres meses.
A pesar de ello, la obligatoriedad sigue siendo una batalla pendiente por ganar en Colombia. La DIAN ha establecido en la Ley 1819 que a fecha de 1 de enero de 2019 todos los contribuyentes obligados a declarar y pagar el IVA y el impuesto al consumo deberán expedir e-factura. Igualmente, se espera que los grupos de obligados a facturar electrónicamente (OFE ) sean incorporados por la entidad tributaria de forma progresiva entre 2017, 2018 y 2019; comenzando en 2017 con la especificación de algunas empresas obligadas y seleccionando más masivamente nuevos grupos a lo largo de 2018 y 2019.
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