La historia del papel es larga e interesante. Los egipcios, el papiro, el pergamino, Biblos, la ciudad de los libros y los obeliscos. Sin duda, una invención que ha contribuido de manera definitiva a la evolución de la especie humana.
Hoy en día, sin embargo, con la digitalización como gran protagonista en los entornos personal y profesional, el papel está cediendo su espacio a otras tecnologías que simplifican casi cualquier gestión.
A pesar de lo que pudiese parecer, especialmente paradigmático es el caso de las empresas. Éstas se consolidan como entes vivos que continuamente evolucionan en sus procesos y tareas para poder competir en igualdad de condiciones con su competencia o para obtener una ventaja competitiva sobre ella.
Y en un ecosistema cada vez más disputado como consecuencia de la aparición y generalización de Internet, cada avance cuenta.
En esta realidad, el papel tiene los días contados. A pesar de que algunos gerentes y responsables se empeñen en continuar siendo fieles a sus cuadernos y archivadores para llevar la contabilidad de su empresa.
Hoy, cada vez son menos las empresas que todavía envían las facturas en formato papel. También se reducen las que lo hacen como un pdf adjunto en el mail, un modelo que no puede ser considerado, bajo ningún concepto, como facturación electrónica.
Los datos son concluyentes: en el año 2019 se procesaron solo en España más de 170 millones facturas electrónicas, lo que supone un 16,97% más que en el año anterior. Un crecimiento continuo y que año sobre año hace de este formato un aliado esencial en la digitalización de cualquier departamento financiero.
Porque la facturación en papel o en un pdf enviado por correo electrónico es un proceso claramente ineficiente. Las razones son varias, pero a continuación enumeramos las principales:
Por todas estas razones, y por muchas otras, si todavía sigues emitiendo en papel, pronto estarás solo, porque tus competidores ya han reparado en los beneficios de digitalizar este proceso.
Por último, como en todo, en el mundo de los negocios existen visionarios o early adopters que han dado un paso más y, además de facturar electrónicamente, han recurrido ya a la automatización robótica de procesos (RPA) de facturación. Si quieres saber más sobre cómo las empresas están optimizando y mejorando sus procesos financieros, tenemos un informe para ti.