La obligación de utilizar la factura electrónica europea por los proveedores de las administraciones públicas avanza a paso lento pero seguro. El camino comenzó en 2014 y concluirá a finales de 2019, con la adopción de la directiva de eInvoicing por todos los países miembros. La lentitud se justifica en la complejidad. Ha habido que definir un estándar, chequearlo y publicarlo y a lo largo de lo que queda de años se desarrollarán workshops y webinars para formar a los equipos en su implementación. A finales de 2018 se espera que esté disponible el estándar y la conformidad de los organismos correspondiente de los estados miembros.
De acuerdo con el calendario de Connecting Europe Facility, CEF, 2017 será un año clave en el impulso de la factura electrónica europea. Comenzó con diferentes iniciativas orientadas a la verificación del sistema y continuará con otras centradas en la información y difusión del sistema, la concienciación, la formación y las ayudas a su implementación.
En el último trimestre está previsto un evento de lanzamiento de estándar, la publicación de un informe sobre el nivel de utilización de la factura electrónica en el ámbito B2G y la puesta en marcha de una campaña de comunicación que impulse la adopción del nuevo estándar.
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