La factura electrónica en Argentina es obligatoria desde la aprobación de la Resolución General 4290/2018. Dentro de este grupo se incluyen a los monotributistas y, desde entonces, se puede optar por emitir facturas electrónicas sin usar controladores fiscales.
Ya en 2020, todas las facturas electrónicas en Argentina debían contener un código QR, de acuerdo con la Resolución General 4892/2020, con la siguiente información:
Por otro lado, las MiPyMEs (Micro, pequeñas y medianas empresas) podrán cobrar el crédito por anticipado gracias al sistema de Factura de Crédito Electrónica Mipyme (FCEM), fue creado para mejorar la seguridad de cobro para las MiPyMEs proveedoras de grandes empresas.
Fue en 2002, con la publicación de la Resolución General 1361, cuando la AFIP puso en escena la factura electrónica en Argentina con carácter de comprobante duplicado.
No obstante, hasta que no se aprobó la Resolución General 1956 de 2005 no se estableció el régimen de emisión y almacenamiento electrónico de comprobantes.
Aunque el nuevo modelo de facturación electrónica argentino fue de adhesión voluntaria en una primera etapa, en 2006 la Resolución General 2177 estableció la factura electrónica obligatoria de manera gradual para algunos grupos de contribuyentes: compañías telefónicas; operadoras de internet y televisión por cable; empresas de servicios básicos y de medicina prepaga; servicios de seguridad; empresas de limpieza; y compañías de transporte de caudales,
Poco después, en enero de 2009, también lo hicieron las compañías de telepeaje, informática, publicidad y servicios profesionales con una facturación superior a los $600.000, según lo establecido en la Resolución General 2485 de 2008.
El 2015 fue el año clave de la factura electrónica en Argentina, ya que comenzó la masificación del sistema según lo establecido en la Resolución General 3749. A partir del 1 de julio de 2015, los comprobantes electrónicos serían de uso obligatorio para los responsables inscritos en el IVA, dejando de ser válidos los comprobantes en papel.
La factura electrónica en Argentina se define como el comprobante digital funcional y legal equivalente a la factura en formato en papel. El organismo encargado de la gestión y la validez de esta es la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Para emitir comprobantes electrónicos, se debe solicitar la autorización de emisión mediante el intercambio de información basado en el Web Service de factura electrónica y el servicio con clave fiscal para comprobantes en línea.
El formato aún no está definido, aunque se debe enviar en XML por WebServices a la AFIP. Tanto para emisor y receptor, es obligatorio su almacenamiento por un período de 10 años.
Independientemente de la solución que vayan a utilizar los contribuyentes, deben estar certificadas por la AFIP. Los pasos clave para intercambiar facturas electrónicas en Argentina se esclarecen bien en los siguientes puntos:
Por último, las empresas deben conservar registros de todas las facturas enviadas y recibidas durante 10 años en formato digital.