La ley del mínimo esfuerzo: más liquidez con menos llamadas
Decía Deepak Chopra, el famoso gurú espiritual, que una de las siete leyes del éxito era la del mínimo esfuerzo. Esta teoría no anima a trabajar poco, sino a tomar los caminos más eficientes para conseguir mejores resultados con menos esfuerzo. Parece una obviedad, pero, al llevarlo al ámbito de la empresa, ¿cuántos procesos se mantienen en tu negocio que podrían optimizarse fácilmente?
Pues bien, en este post te contamos cómo la ley del mínimo esfuerzo puede ayudarte a mejorar la liquidez de tu compañía, sin desgastar a tu equipo financiero y sin remedios de curandero. No creemos que exista una receta mágica, pero sí una fórmula perfecta: apostar por la tecnología en general y por la facturación electrónica en particular.
Partimos de la idea de que toda empresa quiere liquidez, pues es necesaria para hacer frente a sus pagos a corto plazo. Por ello, tan importante es facturar como cobrar a tiempo, ya que solo así tendremos dinero disponible.
El problema, en muchas ocasiones, es que el cobro de las facturas se demora y disminuye la capacidad económica de la empresa. Enviamos la factura al cliente y no sabemos nada más de ella hasta que se cumple el plazo del pago. Entonces tenemos que llamarle para conocer el motivo del retraso, y nos encontramos con una retahíla de excusas: “no la he recibido”, “hay un dato con el que no estoy conforme…”.
Esto hace que tengamos que empezar de nuevo el proceso, que se posponga la fecha del cobro y que, consecuentemente, perdamos liquidez en la empresa.
Con un sistema de facturación electrónica que, además, realice un seguimiento del estado de las facturas, puedes olvidarte de este problema. Es desagradable preguntar directamente al cliente si piensa pagar la factura a tiempo o por qué no lo ha hecho ya. Delegar ese trabajo a un tercero de confianza que realice la gestión, va a conseguir, por una parte, no desgastar a tu equipo en una faena tediosa y mejorar la comunicación con el cliente y, por otra, solucionar un asunto clave: cobrar a tiempo.
Además, no hay excusas: sabrás cuándo el cliente ha abierto la factura, cuándo la ha leído y si está conforme con el contenido. Que no es magia: es la ley del mínimo esfuerzo.
Por otro lado, el sistema de facturación electrónica puede ayudarte a detectar la falta de liquidez de tus clientes. Si las demoras son habituales y hay obstáculos y excusas que retrasan el período medio de cobro, el programa de seguimiento de facturas puede avisarte sobre una posible falta de capacidad de pago de tus clientes. Y es importante que estés alerta, porque su liquidez puede repercutir directamente en la de tu empresa.
Lo tienes fácil: puedes mejorar la situación económica de tu negocio sin desgastar a tu equipo del departamento financiero ni la relación con los clientes. Menos llamadas, menos esfuerzos y un proceso optimizado. Si quieres saber más sobre cómo poner solución a problemas financieros de tu empresa, en SERES hemos elaborado un informe que puede resultar de tu interés.