La factura electrónica y los comprobantes de pago digitales se han convertido en los grandes aliados de las empresas argentinas durante la pandemia. Una de las principales ventajas de la e-factura es que aporta liquidez a las entidades que la adoptan y, por ello, las pequeñas y medianas empresas han sido las grandes beneficiadas.
Según el informe “Nuevas Herramientas para el financiamiento pyme en el mercado de capitales”, en 2020, se incrementó el financiamiento de pequeñas y medianas empresas en el mercado de capitales a través de instrumentos digitales, como las facturas de créditos, los pagarés y los cheques.
Uno de los elementos electrónicos con un recorrido significativo ha sido la factura de crédito electrónica (FCE), que se había comenzado a utilizar en junio de 2019 y cuyo uso se aceleró a lo largo de todo 2020. De acuerdo con el informe, a 30 de noviembre de 2020, en Argentina se habían emitido 3.826 facturas de crédito electrónicas, de las cuales 3.507 se ingresaron por más de 3.858 millones de dólares; 317 por 8,8 millones de dólares; y dos facturas de crédito electrónicas se ingresaron por 9.837 euros.
Otro de los instrumentos típicos del mercado y cuyo uso se disparó a lo largo de 2020 es el pagaré digital. En marzo de 2020 se habían registrado tan solo 46 pagarés, cifra que aumentó hasta 1.491 a día 30 de noviembre de 2020.
En marzo de 2020, la AFIP lanzó al mercado el e-Cheq o cheque electrónico, instrumento ampliamente utilizado por las empresas argentinas, prueba de ello es que, en mayo de 2020, las transacciones económicas realizadas con cheques electrónicos suponían el 20% del monto operado en el mercado de capitales. Así, entre marzo y noviembre, la cantidad de e-Cheqs pasó de 92 a 62.416, por 58.300 millones de dólares. De estos, el 42% correspondió al sector agropecuario, el 36% al sector servicios y el 22% a la industria.
Novedades para 2021
Se espera que el uso de la factura electrónica y del resto de comprobantes de pago electrónicos continúe creciendo en los próximos meses, debido en gran parte al contexto actual de pandemia. Por ello, y debido al avance tecnológico en materia de facturación electrónica, en 2021 se tendrán que modificar de forma obligatoria las facturas.
De acuerdo con lo estipulado por la AFIP, todas las facturas electrónicas emitidas por los contribuyentes deberán contener un código QR que remplace al código de barras que contienen actualmente, algo que ya se ha incorporado en los comprobantes de crédito electrónicos. El código QR deberá contener la siguiente información:
- Fecha de emisión.
- CUIT del emisor.
- Punto de venta.
- Tipo de comprobante.
- Número de comprobante.
- Importe total.
- Moneda de facturación y cotización.
- Tipo y número del documento del receptor.
- Código del tipo de autorización y código.
Debido a que la obligación de incorporar el código de barras en la factura electrónica implica realizar cambios en los sistemas de facturación de las empresas, la AFIP ha establecido un calendario en función del monto facturado en el año anterior. De esta forma se diferencian dos grupos:
- Para responsables inscriptos en el Impuesto al Valor Agregado que hayan efectuado operaciones (gravadas, exentas y no gravadas) declaradas en el impuesto durante el año 2020 por un importe total neto de impuesto y tasas:
- Superiores a $ 10.000.000: desde el 1 de marzo de 2021.
- Superiores a $ 2.000.000 e inferior o igual a $ 10.000.000: desde el 1 de abril de 2021.
- Superiores a $ 500.000 e inferior o igual a $ 2.000.000: desde el 1 de mayo de 2021.
- Para el resto de responsables inscriptos en el Impuesto al Valor Agregado, sujetos exentos ante dicho gravamen y pequeños contribuyentes inscriptos en el Régimen Simplificado (Monotributo): a partir del 1 de junio de 2021.
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