Actualmente, la actividad total del comercio minorista en España se encuentra lejos de los niveles prepandemia, y a pesar del aumento del 3% del consumo en 2021, todavía se sitúa tres puntos por debajo de los niveles de 2019.
Además, el cambio en las formas de consumo, la crisis de suministros y la inestabilidad política y económica internacional, están teniendo un impacto directo entre las empresas de este sector.
En este contexto, la digitalización se convierte en una herramienta clave para la subsistencia de los negocios, y las empresas del comercio minorista son conocedoras de ello. La prueba está en que el uso de la factura electrónica no cesa de aumentar cada año.
Tal y como muestra nuestro Estudio comparativo sobre el uso de la factura electrónica en España, las compañías del sector retail emiten el 23,07% de las facturas electrónicas en España, y reciben el 31,20%.
Por otra parte, el porcentaje de empresas emisoras de factura electrónicas que pertenecen a este sector 28,87%; mientras que, las receptoras, representan el 22,53%.
Según el Estudio comparativo sobre el uso de la Factura Electrónica en España, el número de facturas procesadas en 2021 ascendió a 257.605.533 documentos, un 27,21% más que en 2020. Del total, 257.605.533 corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 24.978.678 a operaciones entre empresas y Administraciones Públicas (B2G), y 13.885.478 a ventas de empresas a particulares (B2C).
Gracias al uso de la factura electrónica, en 2021, las empresas ahorraron más de 2.300.604.787 euros en la gestión de facturas emitidas y recibidas, y el equivalente en horas de trabajo a más de 617 años laborales. La utilización de la e-factura reduce drásticamente los costes, puesto que el coste medio de recepción de una factura es de 7,22€ en papel y de 2,27€ en digital; mientras que, en emisión, el coste es de 4,45€ en papel y 1,64€ en digital.
El pasado mes de septiembre, el gobierno de España aprobó la Ley de Creación y Crecimiento de empresas, que tiene por objeto mejorar el clima de negocios, impulsar el emprendimiento y fomentar el aumento del tejido empresarial, así como el despliegue de redes de colaboración y desarrollo.
La masificación de la factura electrónica entre todas las empresas y autónomos españoles es una de las principales medidas que contiene la Ley. De acuerdo con lo establecido, el proceso de implantación de la e-factura obligatoria finalizará entre 2025 y 2026. Gracias a esto, la factura electrónica cobra un valor especial, ya que adquiere un papel fundamental en el proceso de crecimiento económico y en el aumento de la productividad.
En España, las autoridades han lanzado el programa Kit Digital para ayudar a pymes, micro pymes y autónomos a implantar soluciones digitales y ayudarles así en su proceso de transformación digital. Para ello, podrán a disposición de las compañías un presupuesto de más de 3.000 millones de euros. A través del Kit Digital, cada empresa podrá acceder a una determinada subvención en función del número de trabajadores que tenga.