En los últimos años, la digitalización se ha convertido en uno de los principales motores para el crecimiento económico de cada país. Para ello se es necesario tomar conciencia de las necesidades existentes a nivel empresarial para seguir avanzando en la transformación digital.
En este contexto, no es difícil entender que la correcta implementación de la digitalización es suficiente y que las personas también son parte importante de este cambio. La verdadera transformación es establecer y promover una nueva cultura digital interna que involucre a todos los miembros de la organización.
Colombia ha tomado nota de la importancia de la digitalización y de los ahorros que supone, y para ello ha sacado normativas que pretenden terminar con la existencia de facturas y nóminas en formato papel.
Durante décadas, la nómina ha sido sinónimo de recibo en papel. Un documento que informa al empleado de las cantidades que se le abonan por los servicios prestados a una empresa. Esta filosofía sigue existiendo, pero ahora se abre camino otro formato distinto: el de la nómina electrónica.
Cuando hablamos de nómina electrónica en Colombia nos referimos a la generación de un soporte de pago exigido por la DIAN a los contribuyentes del impuesto sobre la renta.
Con esto se pretende seguir potenciando la transformación digital iniciada por la masiva acogida de la factura electrónica.
La generación de la nómina electrónica se hace a través de un software especializado ya que es necesario que cumpla con unas especificaciones técnicas establecidas por la DIAN. Debe generarse cada mes y es requisito indispensable contar con una firma electrónica.
La obligatoriedad de emitir la nómina de forma electrónica trae consigo una serie de beneficios como son:
Con esta situación se puede aventurar que estamos ante el fin de la nómina en papel abriendo paso a nuevas formas de relacionarnos más rápidas y seguras.