El gobierno de Guatemala lleva varios años trabajando en la implementación de la factura electrónica en el país. De hecho, ya en 2007 puso en marcha FACE, el primer sistema de facturación en línea, que fue sustituido, en 2018, por el FEL, con el objetivo de hacer la factura electrónica más eficaz, mejorando de manera considerable el funcionamiento interno de la herramienta.
Se prevé que, en los próximos años, al igual que ha sucedido en muchos otros países de América Latina, Guatemala introduzca la factura electrónica de manera obligatoria para todos los contribuyentes. No obstante, por el momento han decidido comenzar por obligar a los proveedores de las Administraciones Públicas a enviar sus facturas a través del FEL.
De esta forma, en octubre de 2020, se publicó la Resolución de la Superintendencia SAT-DSI-887-2020, mediante la cual se establece que, a partir del 1 de abril de 2021, todos los contribuyentes que provean bienes, obras, suministros y servicios bajo las modalidades específicas de adquisición pública denominadas Compra Directa y Compra de Baja Cuantía a los Organismos del Estado, sus entidades descentralizadas y autónomas, incluyendo las Municipalidades, y demás instituciones del Sector Público, deberán incorporarse al Régimen de Factura Electrónica en Línea (FEL). Quedarán excluidas de lo anterior las compras inferiores a Q.2,500.00.
A pesar de que la factura electrónica tan solo será obligatoria para un determinado grupo, la Super Intendencia de Administración Tributaria (SAT) ha creado una aplicación FEL para dispositivos móviles, con el objetivo de hacer más accesible la facturación electrónica a cualquier contribuyente.
A 1 de marzo de 2021, FEL contaba con 249.000 emisores y más de un millón de documentos recibidos. Además, el 97% de los contribuyentes registrados se habían dado de alta de manera voluntaria, algo que ha favorecido enormemente el cumplimiento tributario durante los meses de pandemia.