Se estima que, en 2019, el Periodo Medio de Pago de las empresas colombianas a sus proveedores se situó en 64 días, 12,2 días más del periodo de pago pactado, situado en 51,8 días. Se prevé que, con la llegada de la obligatoriedad de la factura electrónica, estos periodos se reduzcan de forma considerable.
De acuerdo con lo establecido en la Resolución 000042, de 5 de mayo, el próximo 4 de agosto comienza la obligatoriedad de uso de la factura electrónica para las empresas del sector salud en Colombia. Se trata de un sector que va a gozar especialmente de todos los beneficios que aporta la factura electrónica, debido a que la gestión interna del mismo es bastante singular y compleja.
Además de reducir considerablemente la gestión administrativa y reducir el papeleo de las empresas sanitarias, la factura electrónica también les aportará transparencia y liquidez. Algo que beneficiará tanto a las empresas de este sector como a sus proveedores.
Precisamente, algunos de sus principales proveedores, como es el caso de las industrias químicas y farmacéuticas, tienen un Retraso Medio de Cobro de casi 85 días, una de las medias más altas de todo el país. Por lo tanto, no sería de extrañar que estas empresas viesen en la factura electrónica una solución a estas demoras en los pagos, que dificultan, en gran medida, su crecimiento económico.
Una de las principales razones para el retraso en el pago de las facturas es la aceptación tácita de facturas erróneas o con alguna discrepancia entre las partes. En el día a día, a pesar de esta aceptación tácita, la dinámica muestra que las empresas suelen intentar llegar a acuerdos para dar solución a estas facturas erróneas y aceptadas, lo que aleja cada día más el cobro de las mismas.
Para facilitar el ajuste en los plazos de pago y cobro en el sector salud, SERES ofrece, junto con su solución de factura electrónica, su servicio de gestión y automatización de facturas de manera totalmente gratuita.
El servicio Tack2Pay permite conocer en tiempo real el estado de las facturas electrónicas, tanto las emitidas como las recibidas, aportando una trazabilidad que resuelve los problemas derivados de la aceptación tácita de facturas erróneas o con alguna discrepancia entre las partes.
De esta manera, las empresas pueden realizar un seguimiento preciso de la factura, desde el momento en que ésta se emite hasta que llega la fecha de vencimiento acordada con el cliente. El sistema controla y, en su caso, reacciona a los diferentes estados por los que pasa esa factura mediante mecanismos automatizados. Así, las empresas pueden verificar si el cliente ha recibido y ha abierto la factura, detectando posibles errores, y realizar un seguimiento proactivo durante todo el proceso hasta el cobro.