La factura electrónica no sólo es una realidad en el mercado latinoamericano, sino que, en muchos países del mundo, también es una obligación normativa y, siempre, una oportunidad de mejorar la gestión y la rentabilidad de los negocios.
Pero, ¿qué aspectos generales son claves a la hora de implantar una solución de factura electrónica?
La primera es comunicarse. La solución implantada debe facilitar un amplio conjunto de opciones que permita conectarse con éxito con cualquiera de los socios (clientes, proveedores, gobierno...), garantizándole la seguridad, confidencialidad, autenticidad e integridad de sus facturas.
La segunda es tener visibilidad del estado de las facturas electrónicas. El servicio de factura electrónica de su empresa deberá de facilitar un mayor control y seguimiento de la información intercambiada, incrementado la eficacia en la relación y comunicación con terceros.
El tercer factor a tener en cuenta es centralizar la información y que quede integrada, de tal manera que se aprovechen al máximo las ventajas de la factura electrónica y se mejorare la toma de decisiones.
El cuarto elemento a valorar es asegurarse de que el servicio de factura electrónico que se implante es global, es decir, que permita una gestión completa en el tratamiento de las facturas: emisión, recepción, intercambio, integración y archivo.
Por último, la solución a adoptar debe cumplir al 100% con la normativa. Es fundamental que el proyecto de factura electrónica quede vinculado a los cambios tecnológicos y normativos que conlleva la normativa de facturación: formatos, firma electrónica, tiempos de entrega, plazos de adaptación, etc.